sábado, 27 de octubre de 2012

Administración: Omayra Ayarza Alvarado.





               













           UNIVERSIDAD DE PANAMÁ                
 FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
ESCUELA DE DOCENCIA MEDIA DIVERSIFICADA
SISTEMA SEMI-PRESENCIAL
SEGUNDO SEMESTRE

ORGANIZACIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE CENTROS EDUCATIVOS
ADS-546

ASIGNACIÓN N°3
DESCUBRIENDO Y RESOLVIENDO
PROBLEMAS Y CONFLICTOS ADMINISTRATIVOS

LÍDERES DE PAPEL

MÓDULO: 3 TEMA: 3  GRUPO: 5


FACILITADORA:
MGTRS: LUISA DÍAZ M.

DISCENTE:
 OMAYRA AYARZA ALVARADO
                                                                         08-423-14
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Nos olvidamos que mientras el manejo o direccionamiento es importante, el liderazgo es la base que construye y mantiene a las grandes naciones y a las grandes empresas.

A UN JEFE LE DAN EL PODER, UN LÍDER LO OBTIENE SOLO.

El líder tiene que ser un administrador de valores en el cual el conocimiento es su mayor poder. En síntesis, liderar es el arte de administrar el talento de las personas. Es un proceso educativo, que mediante preguntas y no respuestas, busca movilizar a la gente para que acepte el cambio.
Un líder tiene la capacidad de ver la luz, cuando la mayoría está en penumbra. 
“El liderazgo es el arte de hacer que los demás quieran hacer algo que usted cree que debe hacerse”.
Para desarrollar líderes en nuestro país requerimos de personas con un sueño, una misión y un propósito estratégico. Personas con capacidad de expresar con claridad una visión. Comunicarla más que con palabras, con acciones con hechos y con consistencia.
                         El líder debe crear confianza. Debe ser sincero en la forma de comunicarse, cara a cara.
Los líderes  actuales no tendrán que crear una visión, sino que deben  ser una visión con significado y compartida. Una visión sin acción es solo un sueño. Una acción sin visión, carece de sentido. Una visión con acción puede llegar a cambiar al mundo.
Un líder diferente se  preocupa por las necesidades del otro, su forma de encarar los desafíos con los cuales él se enfrenta son con  entusiasmo en mejorar las cosas, en crear nuevas oportunidades, guía a otros hacia una meta común, mostrando el camino y creando un ambiente en el cuál los otros miembros del equipo se sientan activo e involucrados en el proceso.

El líder tiene pasión por una causa y desea dar algo de retorno para la sociedad. Este obtiene su recompensa por servir a otras personas. Ganas tú, gano yo es su máximo objetivo.
Para lograr esto y  dar esperanza, el líder debe ser capaz de vender una visión positiva del porvenir, que sirva de puente entre el presente incierto y un futuro esperanzador. 

                                   El líder de papel se adapta al mundo, mientras que el verdadero líder intenta adaptar el mundo a sí mismo. Por lo tanto, todo cambio depende de ese líder.
Este maravilloso desafío para nuestra generación, no se enseña por el momento en ninguna Universidad local o extranjera, ni en cursos de liderazgo, hay que buscarlo dentro de nosotros mismos. Quizá en neuronas adormecidas de nuestro cerebro o quizá en nuestro propio corazón.
“Líderes de papel”, así es, solo son de papel con pies de barro. Son  personas que se ganaron la palabra líder antes de su nombre y que en un papel son quienes mandan. Exacto, entre sus frases favoritas se encuentran el aquí mando yo, o se hace así porque YO lo digo, entre otras que tal vez llegaron a tu mente.
Este tipo de personas realmente no les importa si el equipo sigue motivado, si le gusta su trabajo, no se toma el tiempo para preguntar si hay dudas o alguien requiere ayuda.
Te aseguro que en este momento estás recordando a alguien, así es por desgracia creo que muchos pasamos por algo así y poco a poco empezamos a caer en el desinterés por nuestras actividades.
Es por ello, que te recomiendo no olvides esos momentos en que te hicieron sentir desinteresado, aburrido y hasta fastidiado por las tareas que hacías por el solo hecho de tener un líder de papel y no mostrarte cuál era la meta del equipo, y que seas aquél que decida dar apoyo y confianza.

Muchos han pasado sutilmente del liderazgo puro a convertirse en líderes de papel y pies de barro. Son de papel porque su énfasis está en lo que los papeles dicen de ellos, pero no hay estabilidad porque sus pies son de barro y en cualquier momento la caída puede ser aparatosa.

“Dios no quiere líderes de papel con pies de barro, sino líderes de carne y hueso que saben depender ciento por ciento de Él y de su Espíritu".

Somos líderes, sí en la iglesia, pero también en el trabajo, en la casa, y hasta entre quienes nos rodean. Cada uno de nosotros tiene un liderazgo que cumplir en un área específica, un don, un regalo, un propósito.

Dios te hizo único, no existe nadie como tú. Es por eso que necesitamos encontrar el ministerio que Dios te dio y jamás imitar lo que otro hace. Dios es original. Sus métodos son distintos para cada etapa de tu vida.
Nos regaló la  inteligencia, sabiduría y conocimiento como un regalo del Dios vivo. Utilízalo en su nombre.

Es tiempo de emprender y de liderar con nuevas ideas y nuevas formas de solucionar los problemas diarios y los que nos impone el siglo XXI-XX11 en nuestro querido  Panamá.

Elaborado por la Estudiante: OMAYRA AYARZA ALVARADO

1 comentario:

  1. Felicidades, buenísimo tu aporte.

    Dios no quiere líderes de papel con pies de barro, sino líderes de carne y hueso que saben depender ciento por ciento de Él y de su Espíritu".


    Somos líderes, sí en la iglesia, pero también en el trabajo, en la casa, y hasta entre quienes nos rodean. Cada uno de nosotros tiene un liderazgo que cumplir en un área específica, un don, un regalo, un propósito.

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