A qué llamamos calidad total en la educación,
cuáles serían sus dimensiones. Quién o quiénes son responsables de esta virtud.
Considerada
la Educación como un proceso globalizador al servicio del desarrollo integral y
armónico de la personalidad del los alumnos, nos proponemos emprender, en el
ámbito escolar, una acción pedagógica que atienda, de forma equilibrada las
cinco dimensiones básicas que intervienen en la formación de la personalidad:
a)
Dimensión intelectual
b) Dimensión afectiva
e)
Dimensión corporal
f) Dimensión ético-religiosa
Todo
ello, por nuestra convicción y por nuestro Carácter Propio, desde la
concepción
global y personal, cristiana y trascendente.
Exponemos
a continuación la concreción o explicitación detallada de cómo
entendemos,
como Comunidad Educativa, los fines que hemos de perseguir y
programar
en el desarrollo de cada una de las dimensiones de la personalidad
anteriormente mencionada.
DIMENSIÓN INTELECTUAL
Entendemos
la educación intelectual como el proceso formativo e intencional que pretende
la adquisición y asimilación crítica de la cultura en una búsqueda constante de
la Verdad. Esto permitirá a nuestros alumnos afrontar nuevas situaciones
existenciales que la vida les ofrece, con criterios estables de interpretación
y acción.
Este
desarrollo intelectual, esencial para la vida, lo concebimos en una doble
vertiente.
Ámbito
del propio desarrollo intelectual, es decir, de cara a la integración
comprensiva, activa y dinamizadora de los alumnos/as en el mundo y en la
realidad que les rodea.
Ámbito
de la "madurez vocacional", de cara al ejercicio responsable de la
profesión que los alumnos/as elijan para el futuro.
Todo
ello en un diálogo fe-cultura.
Potenciamos
el aprendizaje de técnicas de estudio y de trabajo en orden a una formación
intelectual seria y exigente.
Pretendemos
un aprendizaje significativo que:
ü Motive
la observación y la búsqueda de la verdad.
ü Capacite
a los alumnos/as para comprender e interpretar la realidad,
valorarla, tomar opciones e
intervenir en ella humana y solidariamente.
ü Procure
que las propuestas de aprendizaje respondan a los intereses de los
alumnos y tengan conexión con sus
experiencias personales.
ü Asegure
que lo aprendido sea práctico y operativo.
ü Fomentamos
el desarrollo de las capacidades y destrezas de observar,
comprender, analizar, sintetizar y
evaluar.
ü Pretendemos
que lleguen a ser capaces de resolver cuestiones y situaciones cada vez más
complejas, modificando progresivamente sus estructuras intelectuales y
ayudándoles a conseguir una autonomía progresiva en cada etapa escolar.
ü Fomentamos
las aptitudes intelectuales y el crecimiento de todas aquellas capacidades que
preparan a los alumnos/as para el acceso al saber a lo largo de toda la vida.
ü Intentamos
formar y hacer crecer el pensamiento creativo, abierto y divergente.
ü Orientamos
el trabajo del Colegio hacia la toma de conciencia de que todos necesitamos una
educación permanente y que lo que importa es "aprender a aprender",
en una actitud de renovación y búsqueda constante.
ü Motivamos
a nuestros alumnos/as en sus estudios, no tanto por la calificación cuanto por
el auto convencimiento de que su trabajo, para ellos y para la sociedad,
consiste en formarse y en desarrollar todas sus capacidades, y procuramos
educar a los padres en este mismo sentido.
ü Animamos
a los alumnos para que sean agentes de su formación, vayan asumiendo las
responsabilidades propias de su edad y sean lúcidos en la evaluación de sus
actividades y acciones.
ü Deseamos
promover el desarrollo y la madurez vocacionales de los alumnos, a través de un
proceso tendente a potenciar el conocimiento de sí mismos y del entorno
socio-laboral, que lleve a la autonomía y al compromiso personal y social.
DIMENSIÓN AFECTIVA
La
afectividad es la base a partir de la que se forman las relaciones
interpersonales y todos los lazos que unen a las personas con su medio.
Se
fundamenta en:
ü Necesidad
de seguridad afectiva: amar y ser amado.
ü Necesidad
de sentirse útil: convencimiento del propio valer.
ü Necesidad
de comprender, encontrar el sentido a la propia vida, a las cosas y a uno
mismo.
Entendemos
la educación afectiva como el desarrollo de los sentimientos, emociones y
relaciones interpersonales de un individuo, por medio de valores, actitudes y
normas cristianas, apoyándonos en nuestra pedagogía basada en la cooperación, la
comprensión y el respeto al otro.
ü Potenciamos
el conocimiento de la propia persona cualidades y limitaciones, su aceptación
como tal y la superación personal:
ü
Favoreciendo el diálogo
entre lo que creemos, sabemos y vivimos: intentando que, progresivamente, se
vaya dando una transformación de los conocimientos en valores y de éstos en
actitudes y comportamientos.
ü Valorando
el trabajo como medio necesario para su crecimiento personal.
Trabajamos
para lograr una actitud de solidaridad traducida en la aportación del propio
trabajo y del esfuerzo personal, con generosidad y espíritu de servicio para
con los que tienen menos posibilidades, mediante:
ü Una
actitud de acogida a todos, con una entrega generosa.
ü La
disposición de servicio constante realizado con sencillez y alegría.
ü Procuramos
integrar Familia y Colegio, de manera que haya unidad de criterios y auténtica
colaboración conscientes de que los padres son los auténticos educadores.
ü Pretendemos
una actitud de respeto hacia las características de otras personas, sin
discriminación ni rechazo sobre la base del sexo, raza o cualquier otro rasgo
diferenciador.
ü Valoramos
y potenciamos el correcto desarrollo psicosexual del alumno/a como
manifestación afectiva de la búsqueda madura y responsable del otro y cuyo fin
último sea la plena auto realización y la felicidad del compartir.
DIMENSIÓN SOCIAL
Entendemos
la educación social como la tarea de formar personas sinceras, abiertas,
críticas y comprometidas en la continua transformación de la sociedad para que
consigan cada día un nivel más alto de igualdad, justicia, libertad y paz.
Por
tanto:
ü Fomentamos
la comunicación con los demás y la expresión de sus propias convicciones y
experiencias, a través del diálogo, con respeto y buenos modales.
ü Estimulamos
la comprensión y la tolerancia hacia los demás, para convivir en una sociedad
democrática, más justa y solidaria, despertando la conciencia de nuestros
alumnos/as, para que cada uno, según sus posibilidades, se comprometa en
acciones que traten de transformar la sociedad conduciéndola a niveles más
altos de justicia, libertad y paz.
ü Potenciamos
el trabajo en equipo y la participación como medios para colaborar y
solidarizarse.
ü Promovemos
su preparación humana y profesional para que puedan aportar los frutos de su
propio trabajo y adopten una actitud crítica, decidida y valiente en la
sociedad.
ü Potenciamos
su inserción social como agentes de transformación para mejorar el entorno en
que viven, sensibilizándolos ante situaciones y problemas nacionales e internacionales.
ü Potenciamos
el respeto a la naturaleza y al medio ambiente, alertando de la amenaza que
supone su deterioro y empobrecimiento, educando en su cuidado y preservación.
ü Formamos
para interpretar con sentido crítico y comprometido hechos de la vida cultural,
social, política y religiosa, con un conocimiento objetivo de la realidad
social y de los hechos y criterios que la configuran: consumo, modas, presiones
de grupo.
DIMENSIÓN CORPORAL
Entendemos
la educación corporal como el proceso para lograr el equilibrado desarrollo
corporal del niño como ser singular, atendiendo a todos los aspectos:
psicomotricidad, educación sexual y educación para la salud.
Para
la realización de esta labor:
ü Inculcamos
el amor a la vida en todas sus manifestaciones, ayudándoles a valorar su propio
cuerpo como una forma creadora y solidaria de estar en el mundo.
ü Potenciamos
el conocimiento, aceptación, estima y superación de sí mismo.
ü Fomentamos
la adquisición progresiva de hábitos relacionados con el bienestar corporal y
la seguridad personal, la higiene, alimentación adecuada y el fortalecimiento
de la salud.
ü Favorecemos
la educación psicomotriz y la propia imagen corporal de manera que el alumno/a
adquiera un dominio suficiente del cuerpo, del espacio y tiempo, condiciones
indispensables para el desarrollo personal e intelectual.
ü Promovemos
la práctica del deporte, el ejercicio físico y la expresión corporal como
actividades formativas que conducen al dominio del cuerpo, a la
intercomunicación y al cultivo de la salud física y psíquica.
ü Procuramos
una adecuada educación sexual, adaptada a su proceso evolutivo e integrada en
todas las dimensiones de la persona.
ü Optamos
por educar para una vida sana y feliz, compatible con las
limitaciones corporales y aún con la
misma enfermedad.
ü Potenciamos
las actividades formativas en el tiempo libre y de ocio.
ü Fomentamos
y valoramos la belleza y armonía corporal como obra
creadora de Dios.
A qué llamamos calidad total en la educación,
cuáles serían sus dimensiones. Quién o quiénes son responsables de esta virtud.
Entendemos
por dimensión ético-religiosa el proceso formativo e intencional que pretende
la adquisición de un sistema de valores dentro de una concepción cristiana tal
y como nos la presenta el Evangelio.
Para
eso:
ü Potenciamos
la dimensión trascendente que le abre a la realidad de Dios.
ü Promovemos
la formación integral de los alumnos/as, de acuerdo con la concepción cristiana
del hombre, de la vida y del mundo.
ü Anunciamos
el mensaje de Jesús y potenciamos actitudes y experiencias que lo hagan cercano
y vivencial, conectando la fe con el compromiso diario. Procurando educar
cristianos que sepan dar respuesta de su esperanza, participando activamente en
la pastoral de la Iglesia local y universal.
ü Formamos
para el discernimiento moral y promovemos la autonomía de la conciencia
personal en nuestros educandos, para que lleguen a ser dueños de si mismos y
valoren las situaciones y acontecimientos en que viven.
ü Fomentamos
actitudes positivas ante los demás y ante la vida, en especial, la valoración,
el respeto, la confianza, y rechazamos toda situación negativa: marginación,
injusticia...
Ayudamos
a descubrir y valorar críticamente el sentido del trabajo, la exigencia
personal, actitudes y normas, tomando conciencia de la responsabilidad que
dimana del hecho de pertenecer a un grupo. Orientamos la vida del alumno/a para
que asuma, en libertad y responsabilidad, el compromiso de trabajar en la
transformación y mejora de la sociedad.
Presentamos
la educación evangélica como oferta alternativa, respetando a la vez la
libertad de todos.
Respetamos
el hecho religioso de otras creencias y la acción del Espíritu en ellas.
Quién o quiénes son
responsables de esta virtud.
El
educador es el responsable de esa virtud
ya que es un orientador en los
establecimientos
educativos, de un proceso de formación, enseñanza y
aprendizaje
de los educandos, acorde con las expectativas sociales, culturales,
éticas
y morales de la familia y la sociedad.
Como
factor fundamental del proceso educativo:
a)
Recibirá una capacitación y actualización profesional;
b)
No será discriminado por razón de sus creencias filosóficas, políticas o
religiosas;
c)
Llevará a la práctica el Proyecto Educativo Institucional, y
d)
Mejorará permanentemente el proceso educativo mediante el aporte de ideas y
sugerencias.
También es responsables de
esta virtud, las
escuelas que son centros de enseñanza,
donde de manera formal, se imparte una educación. En sentido más amplio, todo
aquello que brinda enseñanza. Suele llamarse
escuela. Así se dice que la familia es
la primera escuela, se habla de escuela de la vida, o escuela de la calle,
etcétera.
OK Gladys, esta bien sus aportes, nos vemos pronto
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