lunes, 5 de noviembre de 2012


UNIVERSIDAD DE PANAMÁ

FACULTAD CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

ESCUELA DE DOCENCIA MEDIA DIVERSIFICADA

SISTEMA SEMI-PPRESENCIAL

 

ORANIZACIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE CENTROS EDUCATIVOS
(ADS-546)

  

MÓDULO N° 3

¿CUÁLES SON LOS CONFLICTOS?
 

INTEGRANTES:

 

JINELLA NÚÑEZ

JOSÉ LUIS CRUZ

MIRYAM BOTINA

OMAYRA AYARZA

VIRGINIA FOSTER

 

 

MGTER, LUISA DÍAZ M.

 

II SEMESTRE

2012
 
 
 
 LA MALA EDUCACIÓN EN LAS INSTITUCIONES
 
La mala educación sigue siendo un problema en Panamá, un país que crece económicamente pero cuya población sigue sufriendo la desigualdad. Aunque muchos cambios de a dado con una transformación curricular que promete mejoras, los gremios docentes no están de acuerdo y la sociedad la desconoce. Mientras tanto, los niños y jóvenes siguen en un sistema que no les garantiza una buena calidad de vida.
 
Panamá posee un sistema de enseñanza con amplia cobertura en la educación primaria, pero con baja calidad en los aprendizajes, falta de equidad y oportunidades especialmente los estudiantes de áreas de difícil acceso.
Pero mejorar la educación debe ser una prioridad de Estado y alejarlo del ambiente político, aunque esto no se preste para cobrar coimas e instalar placas de bronce. De nada sirve llevar fibras ópticas, computadoras e internet en todas las escuelas, o "incluir" a los discapacitados a la fuerza, si no se capacita a los maestros y profesores en la forma eficiente de utilizar estas herramientas y de enseñar a estos niños especiales. Todo este proceso requiere de la integración de muchos elementos tanto humanos como tecnológicos, sin que importe quien sea el político o "dirigente" que se lleve el mérito. Aunque también es posible que toda esta gente esté buscando justo lo contrario a lo que pensaba Herbert Spencer cuando decía: "El objeto de la educación es formar seres aptos para gobernarse a sí mismos y no para ser gobernados por los demás".
 
LÍDERES DE PAPEL
El líder tiene que ser un administrador de valores en el cual el conocimiento es su mayor poder. En síntesis, liderar es el arte de administrar el talento de las personas. Es un proceso educativo, que mediante preguntas y no respuestas, busca movilizar a la gente para que acepte el cambio.
 
Un líder tiene la capacidad de ver la luz, cuando la mayoría está en penumbra.
“El liderazgo es el arte de hacer que los demás quieran hacer algo que usted cree que debe hacerse”.
El líder debe crear confianza. Debe ser sincero en la forma de comunicarse, cara a cara.
 
Los líderes actuales no tendrán que crear una visión, sino que deben ser una visión con significado y compartida. Una visión sin acción es solo un sueño. Una acción sin visión, carece de sentido. Una visión con acción puede llegar a cambiar al mundo.
Un líder diferente se preocupa por las necesidades del otro, su forma de encarar los desafíos con los cuales él se enfrenta son con entusiasmo en mejorar las cosas, en crear nuevas oportunidades, guía a otros hacia una meta común, mostrando el camino y creando un ambiente en el cuál los otros miembros del equipo se sientan activo e involucrados en el proceso.
El líder de papel se adapta al mundo, mientras que el verdadero líder intenta adaptar el mundo a sí mismo. Por lo tanto, todo cambio depende de ese líder.
Muchos han pasado sutilmente del liderazgo puro a convertirse en líderes de papel y pies de barro. Son de papel porque su énfasis está en lo que los papeles dicen de ellos, pero no hay estabilidad porque sus pies son de barro y en cualquier momento la caída puede ser aparatosa.

“Dios no quiere líderes de papel con pies de barro, sino líderes de carne y hueso que saben depender ciento por ciento de Él y de su Espíritu".

EL EMPLEADO PROBLEMA
 
Para que una organización funciones adecuadamente se debe organizar el trabajo. Para realizarlo con efectividad se necesita desarrollar por medio de puestos. Los puestos sirven para establecer las obligaciones, las responsabilidades y las relaciones interpersonales de los empleados que van a desempeñar el puesto. El dividir el trabajo por medio de puestos ayuda a la gerencia a colocar a las personas que tengan las aptitudes necesarias para cumplir ese trabajo.
Cuando una empresa desea alcanzar sus objetivos, dicha organización debe ejecutar un sin fin de trabajos. Estos pueden variar desde barrer las áreas de trabajo, archivar documentos, ensamblar partes o inventar nuevos productos, hasta tomar decisiones gerenciales vitales que afecten la supervivencia de la organización. Solo mediante la ejecución de tales actividades puede desarrollar sus funciones la organización y sus empleados pueden satisfacer sus diversas necesidades personales.
Los empleados de una organización tienden a tomar diferentes actitudes frente al trabajo, ya que el trabajo no solo debe de proporcionarle una retribución económica, sino debe de satisfacer sus necesidades más elevadas, de las cuales se hablará más adelante.
Es común observar a empleados frustrados en las organizaciones, ya que su trabajo no los satisface del todo y solo lo realizan por subsistir. Cuando el empleado no esta satisfecho puede enajenarse con respecto a él y a la organización. Esta situación de enajenación es una situación en la cual el empleado tiene poco o ningún sentimiento de identificación con su trabajo, con la organización o con la sociedad. Es una situación que también puede presentarse entre ciertos grupos de individuos.
La enajenación puede ser causa de un individuo busque otro empleo o no realicen eficientemente el propio.
La ociosidad se puede ver como un tiempo muerto para los empleados. Se supone que este tiempo muerto se debe de dar en después de las horas de trabajo. Sin embargo en ocasiones se da en horas laborales y esto baja el rendimiento del empleado. Es preciso supervisar este tipo de conducta y tratar de dar, siempre, algo que hacer al empleado.
Otra conducta típica en los empleados es la influencia que ejerce en ellos el grupo informal al que pertenecen dentro de la empresa. Por ejemplo, cuando el empleado se encuentra platicando con algún compañero en lugar de estar realizando su trabajo, o cuando al contrario, el empleado se encuentra motivado por la influencia de algún compañero. La conducta de los empleados es de principal importancia, ya que esta afecta directa o indirectamente a la organización.
 
 
 
 
 
 
LOS DERECHOS
 
Si bien mal generalizado en nuestros días, la corrupción tiene larga trayectoria en el mundo. El aparato escolar, sutil y abiertamente, cotidiana e imper­ceptiblemente, con la complicidad de autorida­des, profesores y padres de familia, promueve entre los niños valores y comporta­mientos que le hacen el juego a la corrupción.
Piensan que tienen derechos por ser amiguitos del director de la institución.
Él juega vivo de estos profesionales que no tienen ningún interés de enseñar, llegan tarde a clases, sus clases son improvisadas, siempre tienen alguna excusa para retirarse de la escuela y todo por el amiguismo con el director y ciertos funcionarios de administración que muchas veces marcan sus tarjetas de entrada y de salida.



 
 
 
 
 
LOS INTERESES 
En Panamá se sabe que existen muchos colegios particulares (privados) y universidades privadas que funcionan con fines de lucro. Lo importante es que la educación con fines de lucro termina convirtiendo a la educación en un mercado segmentado, donde su proveedor decide qué tipo de educación entrega según los dividendos que busca conseguir.
Lo que ocurre hoy es que en las escuelas o en el sistema educativo, lo que le va a interesar es proveer la calidad de la educación que corresponda al segmento en el que está ubicada y que le permita retirar utilidades. No tiene otro fin, esto se refiere a los verdaderos inaplicados en la mala educación, que anteponen sus intereses o de su cúpula, como lo son los políticos, ministros en turno y grupo empresarial implicado en la educación ya sea como proveedor de insumos ó dueños de escuelas.
 

LA FUERZA (CÓMPLICES)
 
El sistema escolar y educativo panameño ha fracasado evidente en los últimos años. No hay ya manera de seguir disimulando: la culpa ni es de los padres, ni de los maestros, ni de los alumnos, ni de la sociedad. O cambia el sistema educativo o nos hundimos todavía más.
Panamá es uno de los países de América con peores resultados en fracaso escolar e inserción laboral juvenil. Lo han publicado la UNESCO, la CEPAL, en sus informes. Ya no hay donde esconderse de esta realidad, somos uno de los peores países para aprender de América.
Los jóvenes, educadores, familias y sociedad son víctimas de un sistema educativo mal diseñado, obsoleto, variable, ideologizado y absurdo que es responsable posiblemente de la incapacidad de Panamá de afrontar la crisis y que tiene unos resultados vergonzosos: altas tasas de fracaso y deserción escolar.
Entregas a tu hijo, un pequeño brillante y curioso al sistema y tienes muchas posibilidades de que, pasados los años, te lo devuelvan sin futuro y posiblemente sin un título. Escolarizar en un mal sistema no es una elección, no es una decisión libre.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

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